Algún día
viajare a un reino sin luz.
Vagare
con mi alma despegada de mí ser, donde su rey reinara entre las tinieblas.
Sus vasallos
serán ángeles caídos, sus plebeyos almas sin destino y su morada espectral estará
rodeada de naturaleza muerta con un pantano donde las almas bañaran sus penas.
El amor
en su reinado hará brotar la maldad entre los muertos, la justicia hará inmunes
a los malévolos, a los que renegaron de la convicción de la bondad y también a
ellos la justicia deshonesta les abrazara.
Un
reinado donde la reina lucirá la ira de los mortales y en sus ojos
ensangrentados se verá reflejada la luna roja.
Una
Luna roja teñida de sangre por las luchas encarnizadas contra arcángeles.
Un
reinado que tuvo un principio pero que nunca tendrá su fin.
El
viaje no será fácil, lo sé, pero quizás en el encuentre la verdad entre el bien
y el mal.
Sera un
viaje vagando sin sentido, desconcertante entre los caminos de las oscuridades
mas ondas, un viaje sin retorno ni final.
Nunca tengáis
miedo ni temor a visitar ese reino, donde la muerte es su reina y Lucifer su
creador.
Rafael
Huertas
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