lunes, 30 de marzo de 2015

Dos cielos



 

No sabría decir cuál de los dos cielos es más inspirador.

Los dos inspiran infinidad de sensaciones, aunque los dos son el techo de la vida.

Los dos son cielos pero tan diferentes.

Solo les distancia el tiempo, esos instantes de tiempo que se dejan acariciar por el amanecer y el ocaso, el tiempo hace de pintor para cubrirles de tonos diferentes.

Uno nos llena de vida, el otro de sueños.

El de día nos acompaña con la luz de un sol y nos ilumina por esos caminos a veces perdidos.

El de noche se deja acompañar junto a las estrellas, y a veces le acuna la luna.

Dos cielos tan diferentes, los dos coloreados por pinceles de pintores, y plasmados en poemas por escritores.

Tantas miradas alzadas hacia ellos intentando ver el final de su infinito.

Cuantos secretos esconderán, que infinidad de dioses los custodian.

Un cielo de día y el otro de noche, tan diferentes pero no tan distantes.

A uno de los dos suplicamos por nuestras penas, esperando respuestas.

Al otro, desnudamos nuestro interior para hacer ver nuestra felicidad.

A veces son nuestros confesores.

Dos cielos que siempre nos acompañan, tan diferentes y distantes.

Un cielo de día y el otro de noche, dos cielos unidos por el hilo entre la luz y la oscuridad.

Dos cielos para acompañarnos toda la vida.

¿Seran el mismo cielo disfrazado o serán dos diferentes?

 

 

Rafael Huertas

No hay comentarios:

Publicar un comentario