No hagas de tus sentimientos mi tortura, haz de ellos
nuestra felicidad eterna.
En la eternidad viviré de tus sueños, no dejes de
compartirlos con mi corazón.
De mi corazón brotaran lágrimas y deseos hasta su último
latido.
Los latidos de mi corazón bailaran al son que las musas
entonen al plasmar con escritura mis deseos.
Deseos que pernoctaran conmigo en noches vacías esperando
nuestro encuentro.
Encuentros de almas buscando frenesí entre besos
entrelazados.
Entrelazados nuestros cuerpos se fusionaran, siendo una
misma piel con todos sus poros abiertos.
Abiertos nuestros cuerpos se bañaran entre sudores
empapando de pasión amaneceres interminables.
Interminables serán nuestros deseos aunque seamos almas
perdidas en la nada.
De la nada surgió nuestra unión, de nuestra unión surgió
el amor.
Nuestro amor será de por vida fundido en nuestros
momentos vividos.
Rafael Huertas

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