domingo, 27 de octubre de 2013

LA HUIDA DEL AMOR


Me encontré un día atrapado entre recuerdos en mi memoria, se encontraban atrapados momentos pasados de amor y desidia, no sabía ni cómo ni donde ubicarlos, tu melena larga bailaba al son de la brisa y no me dejaba verte ese semblante tuyo pincelado y querido por tantos pintores enamorados por tu belleza.

Era tal el sufrimiento que me dejaste en tu huida de mi vida que ya nada tenía sentido para mi, cada respirar era un desgarro que sentía mi olfato al recordar el perfume de tu piel, los recuerdos de tu voz al nombrar mi nombre eran como el martillear contra el yunque de un herrero, golpeando un hierro caliente al igual que los impulsos de mi corazón hacían de mis venas que fueran ríos de lagrimas sangrientas, te fuiste de mi vida sin razón llevándote de mis dedos las sensaciones que sus yemas nunca olvidarán.

Los días se me han hecho eternos, el tiempo se paro con tu huida, el sol ha dejado de lucir ante mí, las noches han echado el cerrojo a los amaneceres, los sabores en mi boca han desaparecido desde que te llevaste el sabor de tus besos.

Mis pasos los doy sin caminar, con la mirada baja solo veo fango sin tu pasear, no escucho pájaros cantar, en el arco iris no veo brillar los colores, las hojas del otoño no chasquean al pisar, mi vida con tu huida es toda un sin sentir.

 Busco en mis noches solitarias la sin razón de tu huida, en ellas embriago mis penas de dolor con tus recuerdos, recuerdos con dolor en una oscuridad que ni la luna es capaz de poner un minúsculo haz de luz, no sé si algún día encontrare la razón de tu huida amor.

Mientras tanto seguiré soñando con tu vuelta, mis brazos siempre los tendrás abiertos a tu ternura, seguirán siendo como un muelle acogiendo en sus templadas aguas a sus veleros, seré como un ángel con sus alas abiertas para cuando quieras volver amor, te regocijes entre ellas.

 

Rafael Huertas

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