Un día en una librería repleta, entro un hombre algo
haraposo entrado en años, el hombre al entrar llamo la atención de los clientes
y al librero de esta, se dirigió a la zona de la librería dedicada a la lectura
y a eventos de presentaciones de libros.
Sentado detrás de la mesa para esos eventos y con toda las
miradas de la concurrencia puestas en el, saco de su vieja mochila un libro y
cabizbajo abrió el libro fijando su vista en el, empezó a narrar relatos
cortos, el silencio lo rompió su voz grave, la clientela embelesada al
escucharle narrar se acomodo alrededor.
El librero se acerco a junto a él, al echar la vista al
libro su sorpresa fue que las hojas del libro estaban en blanco. El hombre
acabo de narrar y dirigiéndose a la concurrencia pregunto ¿Alguien me puede
enseñar a leer y a escribir?
Rafael Huertas

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