viernes, 27 de diciembre de 2013

UN PEDIR PERDON SIN UN ADIOS



 

Sé que no me perdonaras por el adiós que no te di, pero las circunstancias de la vida a veces son crueles con nuestros actos.

A mi llegada a la estación el ferrocarril que te llevo ya había emprendido su marcha hacia el destino, solo pude ver el vacio que dejo en las vías, me encontré solo con un solitario banco de madera en el andén, un andén con solo unas vías y un reloj colgado de la pared de la estación sin manecillas, imagine que era para que los viajeros nunca supieran el retraso de su adiós, para algunos viajeros la espera les sería interminable con billetes solo de ida algo gastados y amarillentos por el tiempo de espera, otros subirían sin billete confundidos  sin saber de su destino sin nadie acompañándoles en la sala de espera de la estación.

Una sala de espera vacía, con ambiente gélido, sin ventanillas de atención a los clientes e inundada en lagrimas, imagine a gente en el andén secando sus lagrimas con pañuelos que no se podrían agitar en las despedidas por el peso de la lagrimas en ellos depositadas, con ramos de flores olvidados en algunos de sus bancos, unas paredes en las que se quedarían grabadas frases como: “Nunca te olvidaremos” “Siempre estarás en nuestros corazones”  

Me senté cabizbajo en el banco del andén de la estación con la mirada fija en las vías, sin miedo a que pudiera entrar en la estación mi tren, vi en el brillo de las vías tu reflejo y me vinieron recuerdos grabados que nunca olvidare. Solo espero que el día que tenga que subirme a mí tren, te encuentre en el destino para poder pedirte perdón por no decirte adiós.

 

Rafael Huertas

domingo, 15 de diciembre de 2013

SOLEDAD



 

Cuanto tiempo sin vernos mi soledad, en algunos momentos te he echado de menos. ―le dije cuando se presento sin avisar un día.

No es que no me guste estar acompañado,  pero de vez en cuando echo de menos esos momentos contigo soledad, me ayudan a encontrarme conmigo mismo, centrarme en ciertas preguntas hacia mi interior en voz alta sin que nadie crea que estoy loco, esos momentos en que tu presencia me acompaña escuchando el silencio, a veces ves caer mis lagrimas que se desprenden por algunos sentimientos rotos, en otros mis risas en solitario, a veces escuchas mis reproches hacia mi persona sin enjuiciarlos, y lo mejor,  que tienes el don de la relajación para mí.

Compañera de viaje en sueños,  pensamientos, autora de muchos momentos de mi vida vividos sin que nadie los conozca. Confieso que te necesito en mi vida, me gusta compartir contigo momentos junto a la naturaleza, caminado, leyendo, soñando,  esos momentos que a uno también le apetece disfrutarlos en tu compañía soledad.

Esa soledad que es compañera para artistas junto a sus musas, la que da miedo en las oscuridades, acompañante en las noches de luna al caminante, la que acompaña al moribundo en su último viaje hacia luz, acompañas a presos en lugar de la libertad, esa eres tu soledad, la que has sido inspiración de frases a poetas, escultores y pensadores.

Soledad para unos sin quererla y para otros necesaria, pero siempre ahí como compañera y amiga para quien la necesite.

 

Rafael Huertas

EL NARRADOR


 

Un día en una librería repleta, entro un hombre algo haraposo entrado en años, el hombre al entrar llamo la atención de los clientes y al librero de esta, se dirigió a la zona de la librería dedicada a la lectura y a eventos de presentaciones de libros.

Sentado detrás de la mesa para esos eventos y con toda las miradas de la concurrencia puestas en el, saco de su vieja mochila un libro y cabizbajo abrió el libro fijando su vista en el, empezó a narrar relatos cortos, el silencio lo rompió su voz grave, la clientela embelesada al escucharle narrar se acomodo alrededor.

El librero se acerco a junto a él, al echar la vista al libro su sorpresa fue que las hojas del libro estaban en blanco. El hombre acabo de narrar y dirigiéndose a la concurrencia pregunto ¿Alguien me puede enseñar a leer y a escribir?

 

Rafael Huertas

domingo, 1 de diciembre de 2013

ARCO IRIS NEGRO


 
Recorreré de principio a fin el arco iris negro.
Lucharé por devolverle sus colores.
Al principio del arco iris oscuro me encuentro.
Viajaré por el sin miedo a caer.
Las sombras me acompañan en esta profunda oscuridad.
Avanzaré descalzo entre espejos rotos sin dar reflejos.
Sé que el camino será tosco y perderé sueños en la andanza.
Entre mis sombras esconderé el odio que llevo dentro.
Y si mi ego tengo que vender lo hare.
No sé con quién me tendré que enfrentar pero no me vencerá.
Lucharé hasta la extenuación.
Si en lo alto tengo que dejar mi vida que así sea.
Y con mi sangre pintare los colores despojados.
Yo devolveré los tonos sustraídos.
Ellos nacieron de la naturaleza y el sol es el acuarelista de ella.
Volverán a atravesar los haces del astro entre gotas de lluvia.
Volverá a tener su principio y su final.
Y entre hadas y duendes su magia caerá.

 
Rafael Huertas

lunes, 25 de noviembre de 2013

¡BASTA YA!






 

Cuanto daría por no volver a leer esas dos palabras en carteles, pancartas y gritando al unisonó un pueblo entero.

Dos palabras juntas que significan el no a…

El deterioro de los océanos con derramamiento del poder del petróleo, y sin justicia para los culpables ¡BASTA YA!

La crueldad de unos indeseados cobardes machistas con penas baratas ¡BASTA YA!

El dolor causado por asesinos derramando sangre sin piedad, por causas políticas sin pedir perdón ¡BASTA YA!

La incompetencia de unos políticos sin principios morales ¡BASTA YA!

Guerras absurdas derramando sangre por cuestiones religiosas ¡BASTA YA!

Asesinos que no dejan llorar a los familiares a sus víctimas, por no tener un lugar donde derramar sus lagrimas ¡BASTA YA!

Violadores que se ríen de sus víctimas, por una justicia injusta ¡BASTA YA!

¿Dónde está la justicia de la humanidad? o ¿La humanidad se está volviendo injusta?

Que no volvamos a leer ni escuchar el ¡BASTA YA!

domingo, 10 de noviembre de 2013

AÑORANZAS


 

 

Todo ocurrió por los años cincuenta, lo que voy a contar no sé si será el comienzo de una biografía o se quedara en escribir sobre recuerdos añorados.

Todo comenzó un mes de agosto y según me contaron, muy caluroso en Madrid. Mucho ha llovido desde entonces, como se suele decir en estos casos rememorando tiempos pasados. Fue en un barrio céntrico de la capital, naci en el mismo barrio que mis padres y con el privilegio por lo menos para mí de haber nacido en casa de mi abuela, en la que entonces vivían mis abuelos con mis padres y mis dos tíos hermanos de mi madre.

La casa era pequeña pero como ocurría por aquellos entonces, las familias humildes se apañaban de tal manera para convivir todos juntos en armonía, la casa estaba ubicada en un edificio de los que por aquellos entonces y los pocos que quedan en la actualidad se llaman corralas, este se encuentra en lo que antes era un callejón, actualmente abierto con salida a otra calle.

El edificio consta de tres plantas y con viviendas en el patio, el portal da acceso a una de las de dos escaleras que suben a los corredores o pasillos, la otra escalera está cruzando el patio en una esquina de este. El patio por aquel entonces estaba empedrado con un farol en el centro, una pequeña fuente de las de pie para poder coger agua y en el hueco de la escalera de la esquina, una piedra grande rectangular donde los vecinos en su tiempo, la utilizaban para cortar leña para las cocinas que eran las que había en aquella época, luego con el paso de los años los vecinos que se lo podían permitir, fueron cambiando por las de gas o eléctricas.

Mis recuerdos más añorados sobre todo eran las mañanas de los fines de semana, los olores a limpieza de la época por los pasillos, tanto estos, como los de la ropa tendida en las cuerdas que daban colorido a los pasillos, y todos con semejantes olores ya que en la misma calle al lado del portal, había por entonces un local en el cual fabricaban jabones, recuerdo a muchas de las vecinas como amenizaban sus tareas domesticas por las mañanas, con todas las ventanas abiertas. Las mas desenvueltas, se atrevían a cantar coplas por doña Concha Piquer, Estrellita Castro, etc., o por cualquiera de las folclóricas de aquella época y animaban la corrala con un sin fin de coplas, la verdad es que había algunas de ellas que se les daba bastante bien, la hora de tender la ropa era muy respetada por algunas de las vecinas, ya que en aquella época se lavaba a mano y se usaba lejía a veces, entonces entre ellas quedaban para que a la hora de gotear la ropa tendida no hubiera ropa tendida debajo, claro está a nosotros los muchachos, nuestras madres nos avisaban de no pasar ni jugar en el patio debajo de la ropa tendida, como podréis imaginar las advertencias se nos olvidaban nada más poner los pies en el patio.

Tanto en primavera como en verano, cuando desaparecía el colorido de la ropa tendida, se fundía el patio en un festín de olores y colores de las macetas con geranios, claveles y otra infinidad de plantas de todos los colores colgadas de las barandillas de los pasillos, las vecinas de la planta del patio sacaban al sol de debajo del techo de los pasillos de la primera planta sus grandes macetas, con toda clase de plantas de todos los colores, eran los días en que nosotros los muchachos teníamos mas advertencias y no de nuestras madres, si no de las vecinas del patio, pelotazo a maceta rota era bronca de alguna madre con la consiguiente vecina del patio, aunque nunca llegaba la sangre al patio en este caso, si que llegaba algún cachetón o tirón de orejas hacia nosotros. También recuerdo los trinos de los pájaros en sus jaulas correspondientes colgados de las paredes de los pasillos, y como algunos vecinos presumían de los cantos de sus mascotas y había alguno de ellos, que como hobby tenia la crianza de canarios y jilgueros.

Uno de los recuerdos más añorados de los años vividos allí, fue el día que nació mi hermana, por aquel entonces yo tenía cuatro años y aunque parezca mentira lo recuerdo como si fuera ayer. Fue una mañana de Abril, al igual que yo, mi hermana también nació en casa de la abuela, por la mañana temprano me mandaron que bajase avisar a la hermana de la abuela, y que me quedara en el patio jugando ya que mi madre se había puesto de parto, esta vivía justo en la vivienda del patio que daba a la escalera de la esquina y la que utilizábamos para subir a casa, al poco bajo la hermana de la abuela a contarme que había venido ya la cigüeña y me había traído una hermanita, a lo que yo le comente que no había visto a ninguna cigüeña subir por la escalera, ella para salir del paso me dijo que había subido por la otra, la del portal. Con recuerdos como ese te das cuenta de la inocencia que teníamos los niños de aquella época.

Recuerdo también el sonido de los peldaños gastados de madera al subir o bajar la escalera, unos con el crujir más fuerte que otros y con sus bordes algunos de ellos, con el empiece gastados por el uso de ellos de algunas generaciones, la barandilla era y digo era, porque no sé si al día de hoy la abran cambiado, era de hierro forjado pintada en negro, balaustres estrechos torneados, dos por peldaño y pasamanos estrecho con una piña de decoración en el comienzo de cada barandilla de las dos escaleras, la barandilla la cual utilizaban las personas mayores para ayuda, nosotros la utilizábamos para deslizarnos a través de ella, arriesgándonos a la consiguiente bronca de algún vecino y dependiendo de lo deprisa que bajases, así acababas de rozaduras en las entrepiernas.

Episodios ocurridos en esa época de mi vida vividos fueron muchos, imagino que como cualquier persona en su entorno de comunidad o barrio de una ciudad, pero las corralas en aquella época o por lo menos en la que yo nací tenían algo de especial y marcaron mucho en el Madrid de la época.

Mis añoranzas y parte de la historia de esta corrala y sus vecinos, de la cual fui participe mientras que viví en ella, la continuare escribiendo mientras disfrute haciéndolo.

 
Rafael Huertas

domingo, 27 de octubre de 2013

AMOR ETERNO


No hagas de tus sentimientos mi tortura, haz de ellos nuestra felicidad eterna.

En la eternidad viviré de tus sueños, no dejes de compartirlos con mi corazón.

De mi corazón brotaran lágrimas y deseos hasta su último latido.

Los latidos de mi corazón bailaran al son que las musas entonen al plasmar con escritura mis deseos.

Deseos que pernoctaran conmigo en noches vacías esperando nuestro encuentro.

Encuentros de almas buscando frenesí entre besos entrelazados.

Entrelazados nuestros cuerpos se fusionaran, siendo una misma piel con todos sus poros abiertos.

Abiertos nuestros cuerpos se bañaran entre sudores empapando de pasión amaneceres interminables.

Interminables serán nuestros deseos aunque seamos almas perdidas en la nada.

De la nada surgió nuestra unión, de nuestra unión surgió el amor.

Nuestro amor será de por vida fundido en nuestros momentos vividos.

 

Rafael Huertas

LA HUIDA DEL AMOR


Me encontré un día atrapado entre recuerdos en mi memoria, se encontraban atrapados momentos pasados de amor y desidia, no sabía ni cómo ni donde ubicarlos, tu melena larga bailaba al son de la brisa y no me dejaba verte ese semblante tuyo pincelado y querido por tantos pintores enamorados por tu belleza.

Era tal el sufrimiento que me dejaste en tu huida de mi vida que ya nada tenía sentido para mi, cada respirar era un desgarro que sentía mi olfato al recordar el perfume de tu piel, los recuerdos de tu voz al nombrar mi nombre eran como el martillear contra el yunque de un herrero, golpeando un hierro caliente al igual que los impulsos de mi corazón hacían de mis venas que fueran ríos de lagrimas sangrientas, te fuiste de mi vida sin razón llevándote de mis dedos las sensaciones que sus yemas nunca olvidarán.

Los días se me han hecho eternos, el tiempo se paro con tu huida, el sol ha dejado de lucir ante mí, las noches han echado el cerrojo a los amaneceres, los sabores en mi boca han desaparecido desde que te llevaste el sabor de tus besos.

Mis pasos los doy sin caminar, con la mirada baja solo veo fango sin tu pasear, no escucho pájaros cantar, en el arco iris no veo brillar los colores, las hojas del otoño no chasquean al pisar, mi vida con tu huida es toda un sin sentir.

 Busco en mis noches solitarias la sin razón de tu huida, en ellas embriago mis penas de dolor con tus recuerdos, recuerdos con dolor en una oscuridad que ni la luna es capaz de poner un minúsculo haz de luz, no sé si algún día encontrare la razón de tu huida amor.

Mientras tanto seguiré soñando con tu vuelta, mis brazos siempre los tendrás abiertos a tu ternura, seguirán siendo como un muelle acogiendo en sus templadas aguas a sus veleros, seré como un ángel con sus alas abiertas para cuando quieras volver amor, te regocijes entre ellas.

 

Rafael Huertas

NO ME MATEIS QUE YA ESTOY MUERTO



 

Espero que no faltéis a la cita aunque algunos mejor que no lo hagáis, no es por nada, pero no aprovechéis el momento de que no os pueda contestar a lo que digáis sobre mí. Ya me hicisteis bastante daño cuando os escuche, yo no soy como vosotros por eso no quiero que os lastiméis con las espinas al dejar caer encima de mí las rosas, esas rosas que en vuestras manos serán negras.

Tampoco os preocupéis de abrir la llave de paso para que corra alguna lagrima tímida a través de vuestras mascaras de teatro. No os preocupéis de buscar mi alma, yo ya me encargue de ponerla a buen recaudo pensando en vosotros, siempre la tuve limpia hasta el momento que os conocí uno a uno y parte de mi vida me ha costado limpiarla.

No vayáis de negro nunca os sentó bien combinar ese color con el de la vida, tampoco tengáis miedo a que mi espíritu se os aparezca, bastante vergüenza he pasado con vuestra compañía yo, para que también la tenga que pasar el.

No intentéis convencer de cómo fui a los que bien me conocieron, solo espero que os conozcan antes a vosotros de que me echen la tierra encima.

No tenéis que preocuparos de entrar por la puerta del campo santo a visitarme, no os preocupasteis de mí en vida y tampoco creo que me vaya agradar mucho vuestra visita aquí.

Recordar que en el estado en el que me encuentro, no voy sentir nada por vuestras sandeces hipócritas, sois como sois y pensar en lo de polvo eres y en polvo te convertirás, yo os llevare ventaja y aquí ya abre echado raíces.

No sintáis pena por mí sentirla por vosotros, yo la paz ya la encontré y la vuestra me la he traído conmigo o sea que si encontráis algo parecido será los rescoldos de vuestras envidias disfrazadas de paz.

Las palabras escritas en este texto espero que os acompañen enemigos míos hasta el día que nos encontremos y solo deciros que vuestras almas se quedaran en algunos de los muchos mercadillos que tiene la muerte.

Y aunque os parezca una frase hecha, solo os puedo decir ¡NO ME MATEIS QUE YA ESTOY MUERTO!

 

Rafael Huertas

jueves, 24 de octubre de 2013

NI HEROES NI VILLANOS



 

Siempre he buscado en algún rincón de mi interior esa parte que dicen que llevamos de héroes, todavía no la he encontrado y creo que me llevare una gran desilusión al ver que de héroe nunca tendré nada por mucho que me esfuerce, quizás todas mis heroicidades las haya gastado en muchos de mis sueños, o quizás en la vida real no me he encontrado o no me he cruzado con alguna situación para demostrar mi valía como héroe.

Tampoco sé si al nacer ya se nace con ese don, si es que lo es.

Lo mismo pasa con el ser villano, tampoco me he encontrado en mi interior mi parte de villano y en mis sueños siempre inconscientemente he atribuido a otros el papel de villanos, lo que tengo claro es que el ser un villano no es ningún don.

Pensándolo fríamente creo que es una manera diplomática de diferenciar entre el bien y el mal y remontándonos a tiempos pasados nos los encontramos en muchos de los cuentos que nos contaban de pequeños.

Yo no creo que tengamos que encasillar a ningunas personas como héroes o villanos, cada uno tenemos nuestros momentos en la vida de héroes y en otras de villanos, los que nos conocen tendrán cada uno su opinión y ellos son los que nos pondrán de protagonistas según los actos que nos toque vivir en esta vida.

Siempre toparemos tanto en sueños como en la vida real, héroes que no lo son y villanos que no son tan villanos, entre el bien y el mal la diferencia la tenemos que encontrar nosotros y que nadie no la imponga para su interés, porque entonces ni los héroes serán tan héroes ni los villanos seran tan villanos.

 

Rafael Huertas

martes, 15 de octubre de 2013

VA POR USTEDES SEÑORIAS



 

Vosotros que tenéis para comer todos los días, estáis permitiendo que se empiece a pasar hambre.

Vosotros que tenéis un techo, estáis permitiendo que vuestros secuaces estén desahuciando a muchas familias.

Vosotros que tendréis sueldos vitalicios, estáis permitiendo que se este incrementando la pobreza.

Vosotros que no tenéis problemas para llegar a final de mes, estáis permitiendo que muchos de nuestros mayores tiren de sus familias con sus escasas pensiones.

Vosotros que os sentáis en unos sillones a debatir, de lo que muchos no tenéis ni puta idea. Porque señorías un carpintero trabaja con madera, un pastor con ganado, un agricultor con la tierra, etc etc Pero ustedes ¿de qué trabajan? y ¿para quién trabajan? Vosotros “trabajáis” de políticos y para todos nosotros, si no sabéis sacarnos de esta entre todos, pues dejen sus sillones y váyanse todos pero todos.

Vosotros, si todos vosotros, a los que estáis sentados a la izquierda, a la derecha, a los de arriba y a los de abajo, dejar de jugar al Monopoly que la que liasteis y la que estáis liando no es un juego.

Vosotros (algunos) que os pasáis a la justicia por el forro y dejáis que seamos el hazme reír del mundo, dejando a los ladrones de guante blanco por llamarlos de alguna manera que se rían de la justicia.

Vosotros dejar los colores de un lado y uniros para tirar todos juntos del país.

Vosotros que tenéis para comer en el recreo del patio y pasáis de los que no tienen para comer en el patio.

Vosotros que no tenéis ni puta idea de lo que es poder llegar a final de mes, os aconsejaría que os dieseis una vuelta por algún comedor social o por alguna de las oficinas del INEM, o mejor aun, con lo que se cobra del subsidio pasar un mes con esa cantidad y luego os subís a la tribuna en donde “trabajáis” y lo contáis y si no se os cae la cara de vergüenza dejad televisarlo en todas las cadenas.

Vosotros sois y nada más que vosotros estáis permitiendo que este valioso país y con una juventud que puede prometer mucho, se empiecen avergonzar de vosotros y vuelvo a repetir que vosotros y solo vosotros tenéis la culpa de ello.

Vosotros ¿A que estáis esperando? ¿A que nos comamos unos a los otros? ¡Poneros las pilas ya! Y dejaros de mangonearnos, buscar para dar trabajo a los que nos gusta trabajar o por lo menos extender la mano y dar confianza a empresarios honrados para que ellos den trabajo y no dejéis que vuestros secuaces manejan nuestro dinero y os tengan como muñecos de guiñol, que aunque España sea el país de la pandereta, nadie en el mundo sabe tocarla como nosotros.

Vosotros sois los que nos estáis enterrando nuestro orgullo, porque vosotros lo vendisteis para poder sentaros donde “trabajáis”

Nunca me gusto ofender a nadie, pero si me ofenden respondo y vosotros creo que os estáis ganando a pulso que se os ofenda.

Quizás me he quedado muy corto escribiendo, pero como hace ya muchos meses tengo que estirar lo que sea y como sea hasta llegar a final de mes.

sábado, 28 de septiembre de 2013

La dama de raso negro






 

Aquella dama vestida de raso negro la madame del prostíbulo, la que negociaba el precio de los servicios de las putas del prostíbulo, la que no solo me amanto a mi sino que seguro puso su pecho en boca de otros hijos de prostitutas como yo, para que nuestras madres no perdieran el ritmo de abrirse de piernas a borrachos y desesperados de falta de ratos de placer. Era ella la traficante de placeres para hombres y de las necesidades que repartía la vida a ciertas mujeres.

Nunca podre vomitar en mi vida lo suficiente para sacar de mis entrañas el sabor del nutriente que recibí de la madame que vestía de raso negro, nunca te perdonare como te aprovechabas de esas jóvenes necesitadas del calor de sus familias, con el engaño de que tu serias quien las encaminaría hacia el futuro, un futuro hasta que llegase algún tipo sin escrúpulos para hacerse dueño y amo de ella de por vida, para negociar con ella con su cuerpo como el que vende una mercancía, tú fuiste la culpable de despojar a unos seres humanos de la libertad, no hizo falta cortarlas las alas para enjaularlas, en tu circo no se escuchaban risas, no existía la magia, la pintura de los payasos estaba pagada con lagrimas, con dolor, con vejaciones en todas sus multiplicidades y tú con tu vestido de raso negro de taquillera en esa recepción, en ese circo no había globos ni haces de luz alumbrando a los artistas, no había redoble de tambores si no música de un viejo gramófono en el salón de cortinas rojas, un circo sin animales salvajes domesticados, todo eran luces tenues, alcohol, así era tu circo en las noches interminables sin pudor alguno, sin pases ni entradas para pasar a ver el espectáculo.

El espectáculo estaba en las mugrientas habitaciones, con sacudidas de golpeteos de camas producidos por esos hambrientos minutos de placer de algunos clientes desesperados, habitaciones sin rejas con la única libertad de verse unas madres con sus hijos en un sótano, ese era nuestro mundo, a escondidas ver como tu madre atravesaba un pasillo en penumbra y entraba a una habitación para denigrase por un plato de comida y un techo, una vieja residencia de acogida para mujeres solteras con hijos, regentado por aquella mujer vestida de raso negro.

Así fue donde pase mi corta vida de adolescencia, hasta que pude escapar del lugar, camino del cementerio para enterrar a mi madre, un día la habitación donde dormitaba la dama de raso negro fue pasto de las llamas y cuentan que su espíritu merodea por el sótano de la residencia amamantando al diablo.

 

Rafael Huertas

miércoles, 25 de septiembre de 2013

MAL NACIDOS


 

Hoy me he levantado con ganas de decir lo que pienso sobre los que quizás nunca les tenían que haber parido sus madres.

A esas personas “enfermas” que les gusta jugar con fuego ¿Por qué no juegan con las cerillas o mecheros a depilarse sus genitales? no digo depilarse los cojones porque para eso lo primero hay que tenerlos, si están enfermos que se vayan a tratarse en el infierno que seguro que allí disfrutaran y no joderan la vida a la naturaleza y al prójimo.

 A esas personas “enfermas” que se desquitan de sus problemas sexuales con niños inocentes e indefensos.

A esas personas “enfermas” que se esconden dentro de sus enfermedades mentales para quitar la vida como si la suya enferma fuese una disculpa para hacer de verdugos de las de los demás, y que nunca encuentran la solución en quitarse la suya.

A esas personas ineptas para cargos públicos que pagamos entre todos el pan que se llevan al estomago y que toman el poder para joder la vida a los que intentan subsistir con los despojos que ellos van dejando.

A esas personas “enfermas” que confunden el amor hacia su pareja, como algo de su propiedad con el derecho de destruirla como ser humano maltratando con insultos y maltratos físicos e incluso se forjan como asesinos.

A esas personas “enfermas” maltratadoras de animales, que su ego cobarde les hace creerse en propiedad de ser los amos de los que dan una verdadera amistad a cambio de nada.

A esas personas que no conocen en su vocabulario que también pueden existir las palabras perdón o lo siento.

A esas personas que sin apretar el gatillo de un arma, hacen que otros lo hagan para intereses propios creando conflictos bélicos.

A todas esas personas que no saben porque fueron paridos, porque no fueron mal paridos fueron muy bien paridos, siendo engendrados en cuerpos de mujeres que a su vez serian sus madres y que seguro que lo harían con todo el amor que puede dar una madre, fueron bien paridos. Pero ellos seguro que en alguna etapa de su vida se abran preguntado…

 ¿Por qué abre sido y seré un mal nacido?

sábado, 14 de septiembre de 2013

SOLO NECESITO VIDAS PARA MI VIDA



 

Me encuentro sola ante la oscuridad de un callejón sin salida en una ciudad sin nombre para mí, escudriñando entre la inmundicia como una cazadora desesperada en busca de una víctima que me alivie mi ansiedad, esa ansiedad que llevo arrastrando durante siglos llevándome a mis venas vidas sin piedad, disfrutando de los gritos que me piden misericordia hasta quedar desangrados  despojándolos de lo más preciado para mí.

Arrastro el castigo de una vida eterna siempre entre luces tenues, con colores sin vida alguna, colores muertos para pincelar mi muerte en vida, una muerte tan lejana en mi y tan cercana de los que me rodean.

Alguna noche seré una novia con vestido de raso negro para complacer a cualquier humano que me ame y me ofrezca su corta vida para prolongar la mía, sabrá quién y cómo soy en noches de pasión sin rumbo, le embrujare con mis ojos, con mis labios ardientes, mi mirada y a través de mis afilados colmillos su sangre fluirá por mis inmortales venas dándome vida eterna, a cambio yo se la devolveré para que me acompañe en noches de cacería, escudriñando en callejas a la sombra de luces tenues y de telón de fondo la luna llena. Los rayos del sol serán nuestro castigo durante nuestra inmortal vida, seremos caminantes sedientos de sangre caliente y fresca, nuestra unión será el castigo de un amor eterno en lo más profundo de nuestros longevos cuerpos, compartiremos cuerpos con mucha vida para absorber de ellos ese bien llamado sangre para nuestra vida eterna.

Nuestra compañía será de por vida la oscuridad, los colores sin vida, algunas luces tenues de callejones que lucharan por alumbrar contra una anciana luna que con su luz nos guiara para sembrar la desesperación, el terror y muertes no anunciadas, los aullidos de los lobos en noches de luna llena nos marcarán su territorio.

Así será por siglos mi vida de vampira, a veces llorare lagrimas de sangre, en mi camino dejare amantes humanos sin vida y vampiros, siempre me acompañara la lujuria con placeres carnales, pero nunca podre olvidar que existo por la sangre.

 

Rafael Huertas

miércoles, 11 de septiembre de 2013

EL SUEÑO DE UN AMIGO



 

 

Me encontré con un amigo que hacía que no veía hace tiempo, la alegría de vernos fue reciproca después de estrecharnos en un abrazo, nos acercamos a una cafetería y nos sentamos en una terraza a tomar un café, estuvimos charlando de lo normal cuando te encuentras con alguien que hace tiempo que no sabes nada de él aunque mi impresión fue de que estaba algo decaído para su forma de ser, le pregunte por la familia, me dijo que la familia estaba toda bien. 

¿Y el trabajo que tal?le pregunte, cuando iba a empezar a contarme sobre cómo le iba con el tema del trabajo, le cambio el semblante y desvió la conversación.

Mira Rafa me gustaría contarte el sueño que tengo durante hace un tiempo todas las noches  yo me quede totalmente fuera de juego, por su forma de actuar imagine que se encontraba con algún tipo de problema (el nombre de mi amigo lo dejare en el anonimato)

Cuéntamelo le dije.

Me encuentro a unos pasos en el borde de un precipicio, es un acantilado con todo el océano a mi vista me encuentro con la sensación de poder dominar parte de este mundo donde me ha tocado vivir, es una sensación de bienestar que tengo admirando la libertad que tiene la naturaleza, cuando ella ordena al mar golpear con fuerza la orilla lo hace, si se le ordena estar en calma lo hace, es así en toda en todo el planeta, los arboles se deshojan para poder dar nuevos brotes y nueva vida a otras hojas, creo que no hay nada que haga la naturaleza sin razón, todos estos pensamientos se me pasan por la cabeza cuando en el sueño me encuentro al borde del acantilado, a veces en el sueño estando allí  le pregunto en voz alta ¿Por qué a veces le dices a los océanos que golpeen fuerte aun sabiendas que puedes hacer mucho daño a los habitantes que conviven contigo? Ella nunca me contesta, quizás ella no tenga la respuesta o piense que nosotros la sabemos y creo no estamos actuando bien Rafa. Durante el mismo sueño me retiro del acantilado cabizbajo, la sensación de bienestar desaparece, miro al cielo mientras camino sin saber a dónde ir y siempre me ocurre lo mismo a pocos pasos aparece una cuerda  colgada del cielo en el camino, alzo la vista y no veo su fin, la agarro y tiro con suaves golpes hacia abajo pero parece que está bien atada, en todos los sueños se me aparece la cuerda y en todos tiro de ella sin que ocurra nada, tú me conoces Rafa y sabes que de lo que cuentan las religiones paso olímpicamente o sea que tengo descartado de que sea una llamada de dios, siempre los sueños los mismos en el acantilado sobre el mar y en cada uno sacado reflexiones sobre lo que me quiere decir la naturaleza con el sonido del viento, lo de la cuerda nunca supe su significado hasta hace unos días, como en cada sueño nada cambiaba y en ninguno de ellos hay respuestas de la naturaleza, pensaras que me he vuelto un excéntrico o loco, no se lo he contado a nadie quizás la alegría de volver a verte me ha hecho que tú seas el confesor de los sueños que me quitan el sueño durante este tiempo atrás, ayer al igual que todas la noches me encontré inmerso en el mismo sueño, pero en este fue todo igual a excepción de cuando me retire del acantilado escuche con más fuerza de lo normal el golpeteo de las olas contra el acantilado, el azul del cielo se cubrió de nubes grises,  la cuerda como siempre estaba allí esta vez balanceándose a expensas del viento que se había levantado, después de varios intentos por atraparla al fin en uno de ellos la agarre, mire hacia arriba siguiendo la línea que trazaba hacia el cielo en ese momento gris, intente como lo hacía siempre de tirar de ella pero esta vez fue la cuerda la que hacia impulso hacia arriba, la solté rápidamente imagine que podía ser por el viento, la volví a coger esta vez sin ninguna dificultad y lo mismo de antes ella era la que tiraba hacia arriba, esta vez me sujete a ella con fuerza y sentí que me elevaba con ella, me aferre a ella con todas mis fuerzas, al llegar a la altura de las primeras nubes grises paro de ascender…

Rafael se que lo que te estoy contando es para no creérselo, pero te lo estoy contando tal cual ha sido el ultimo sueño, vi como colgaban cientos, miles millones de cuerdas y de ellas colgados y sujetas personas, las cuerdas colgaban de las nubes grises yo estaba sentado en una de ellas y podía escuchar conversaciones a la lejanía, ande por las nubes hasta a cercarme a una que estaba unida a otra toda blanca en esta había muchas mesas lujosas de despachos, detrás de ellas mujeres y hombres todos trajeados hablando entre ellos y de sus mesas salían las cuerdas, en el sueño me era imposible ponerles fisonomías a la esas personas, todas ellas con grandes sonrisas en las caras y de vez en cuando echaban carcajadas a sus comentarios, había bastantes personas allí y la verdad tengo que decir que quizás las respuestas que no me daba la naturaleza estaban allí, las nubes grises empezaron a difuminarse, me deslice con cuidado por la cuerda hasta poner los pies en la tierra, había visto con mis propios ojos en el sueño la verdad por la cual había guerras en el mundo, la causa por la cual millones de niños morían de hambre, la razón de que algunas multinacionales tuvieran esclavizados a millones de personas trabajando en situaciones infrahumanas para que sus marcas arrasasen en un mercado de consumismo sin fronteras, los que manejaban a su antojo a mandatarios de países en desarrollo, no podía interpretar de otra manera el sueño.  

Rafa en el ultimo sueño he empezado a comprender a la naturaleza, ella no está dispuesta a que la manejen como una marioneta como nos manejan a nosotros, ella defiende como puede su casa que es el planeta y no creo que los desastres salgan de ella sin haber alguna parte de culpabilidad de los que están manejando las cuerdas.

Estoy convencido que estamos manejados a su antojo ¿quiénes son? exactamente no lo sé y si alguien lo sabe y tiene la conciencia tranquila de no hacer algo por cortar las cuerdas, creo que de humano tiene poco.

Esas personas que he visto en el sueño son anónimas para la inmensa mayoría de nosotros, ellos son los que a su antojo y por intereses de poder hacen que en países como el nuestro estemos pasando de ser un país prospero a estar estancados.

Rafa llevo un año sin trabajo viviendo de la caridad de la familia y de amigos, sabes que nunca me he familiarizado con ningún partido político, tampoco quiero poner de mi boca si lo hacen unos bien y otros mal, lo único que deseo es vivir dignamente de mi trabajo, se que este café que nos hemos tomado te abra sabido algo amargo, igual estoy equivocado con la interpretación de mis sueños y sobre todo con el ultimo.

Espero poder seguir soñando como lo he hecho durante toda mi vida, porque si he de decirte la verdad prefiero soñar que siempre es lunes a que todos los días de la semana sean domingos sin disfrutar de un merecido descanso, echo de menos poder tener en el bolsillo algunas monedas para echar en el sombrero de algún artista callejero o poder llegar a casa con una sonrisa verdadera y no sobrepuesta, no tener que ir al banco y aguantar las lagrimas para que me aguanten los recibos de la luz o del gas, no tener que dar pena y si la doy que sea por haber hecho alguna estupidez y no por querer vivir dignamente, yo como millones de personas no queremos ser marionetas en un mundo que nos pertenece tanto o más que a esos inhumanos que manejan las cuerdas.

Se esconden detrás de las creencias de las religiones para manejarlas a su antojo, creencias respetables ancestrales las están enterrando sin ser enterradas para cuando a ellos les convengan volverlas a desenterrar, juegan con las razas como fichas de un juego de mesa, todo por unos intereses con el único objetivo de tener el poder sobre un planeta que lo que más necesita es de la libertad con la que gira.

Me quede en silencio sin encontrar palabras para reconfortarle, quizás fuese por el nudo en la garganta que me ahogaba, sus lagrimas aguantaron inundando sus ojos, creo que eran las ultimas que le quedaban y no quería desperdiciar algo tan valioso que le quedaba sin que se las hubieran arrebatado los inhumanos de las cuerdas.

Nos miramos los dos a los ojos y nos fundimos en un abrazo, pague los dos cafés y nos fuimos andando mirando al cielo y rogando que algún día dejen de existir esas cuerdas que nos sujetan a muchos como marionetas.

 

Rafael Huertas      

miércoles, 4 de septiembre de 2013

ESPERANDO A MIS SOMBRAS



 

Entre sueños me encuentro navegando perdido sin rumbo, como un viejo marinero implora a las tormentas que vuelvan a la calma para navegar y llevar a buen puerto a su barco, yo suplico en mis sueños. A veces entre ellos transito sin senda marcada, me encuentro con cruces de caminos que me dejan ante la indecisión de cuál de ellos me llevara a buen destino.

Cuando me encuentro en ellos rodeado de fantasía no hay príncipes ni princesas ni hadas ni duendes, están envueltos en la nada de la oscuridad sin salida sin magia, sin el brillar de las estrellas se vuelven pesadillas.

Sueños despertando mis adentros con los ojos cerrados intentando percibir la luz.

A veces me encuentro en ellos como un pájaro sin alas, como si la vida sin volar no fuera vida.

Sueños rodeados de recuerdos sin poderlos ordenar, esperando el sueño que haga realidad alguno de los recuerdos.

Sueño también despierto esperando a la compañía del sueño en la noche por si se ha hecho realidad.

Sueños en abismos de locura con la tristeza de la desesperanza y sin la compañía de mis sombras ni de noche ni de día.

 

Rafael Huertas

domingo, 14 de julio de 2013

ISAAC, EL NIÑO QUE PERDIO LA IMAGINACION Y LA FANTASIA





 

 

Era finales de la primavera, una mañana llena de luminosidad y los rayos del sol con todo su esplendor, la naturaleza en todo su estado vigoroso. Desde la pradera del parque donde estaba sentado, se veía gran parte de Madrid. Algún que otro gorrión remolón, se entremezclaba con algunas palomas y picoteaba a través del césped buscando algo que llevarse al buche.

Que mejor manera de comenzar el día, con un libro entre las manos debajo de la sombra de un árbol y dejando volar la imaginación.

De pronto escuche una voz… me era conocida.

-¿Qué haces? – me pregunto.

.-Leyendo un libro- le conteste. Durante unos instantes me quede pensativo, esa voz… me recordaba a períodos de mi infancia ¡Era mi amigo imaginario!

-Cuanto tiempo sin venir a verme- le dije.

-Bueno, he visto que últimamente no me has echado mucho en falta.

-Se que siempre estás ahí cuando necesito de ti amigo- le comente.

-¿Y que lees? Me pregunto.

- Es un libro que cuenta la historia de un niño que perdió la imaginación y la fantasía- le conteste.

 -¿Quieres que te lo cuen…?- antes de acabar de hacerle la pregunta su respuesta fue…

-Si claro- asintió con la cabeza.

Los dos sentados uno junto al otro, en una de las praderas del parque y con el aroma del césped cortado del día anterior me puse a leer el libro…

Todo transcurrió durante una época en que la guerra arrasaba mediomundo, un hombre llamado Adolfo fue el causante, sus tropas iban arrasando Europa y creando el terror al  pueblo judío que persiguió durante todo su mandato<pero esa es otra historia>

Isaac era un niño normal como todos los de su edad de diez años, de pelo color castaño, ojos alegres de mirada avispada, de complexión delgado y espigado, siempre correteando a todas partes, después de sus obligaciones escolares él se encargaba de repartir los pequeños encargos de la tienda de comestibles que tenían sus padres, vivan en un pueblo de Polonia. Era hijo único de Adina y Jabub, familia de transcendencia judía, su afecto hacia los más necesitados hacia que fueran queridos y respetados en el pueblo.

Los tiempos no parecía que fueran a correr muy buenos para lo que se acontecía, las emisoras de radio no dejaban de dar noticias, sobre los acontecimientos de los países atacados y sometidos a las armas del numeroso ejercito de Adolfo, llegaron rumores al pueblo donde vivían Adina, Jabub e Isaac, de la persecución a la que eran sometidos los judíos.

Adina y Jabub se llegaron a plantear dejar el pueblo si los rumores eran verdad y llegado el momento huir por el bien de Isaac. Mientras, Isaac al igual que todos los niños del pueblo continuaba en su mundo de estudios, juegos y fantasías.

Llego el momento menos esperado y las tropas lograron llegar al pueblo, algunas de las familias judías del pueblo pudieron huir, pero Adina, Jabub y otras personas fueron apresadas por el ejército de Adolfo. Jabub tuvo tiempo de pedir el favor a un amigo suyo para que falsificase la partida de nacimiento de Isaac antes de que llegase el ejército y que le cambiara los apellidos como si fuera hijo suyo, así lo hizo su buen amigo.

El pueblo estaba totalmente rodeado y nadie podía escapar. Colocaron en fila a los habitantes en la plaza del pueblo, mientras unos oficiales del ejército iban comprobando las tarjetas de identidad de estos, a unos los enviaban a la iglesia del pueblo para verificar los papeles, la mayoría de los que metían en la iglesia eran de transcendencia judía, cuando les llego el turno a Adina y Jabub se abrazaron, miraron a Isaac que se encontraba de la mano del amigo de la familia detrás de ellos en la fila, Adina se agacho a su altura y le susurro al oído –No hagas ni digas nada, aunque nos separen de ti hijo, es por nuestro bien- Adina aguanto las lagrimas en sus ojos, para que no se las deslizasen por sus mejillas.

Isaac, no comprendía  el porqué de esas palabras de su madre, pero si era por el bien de ellos, como buen hijo la obedecería.

A los que estaban en la iglesia les subieron en un camión militar a la vista de todos, sacándolos del pueblo escoltados por un vehículo armado con una ametralladora, Isaac no pudo aguantar el separarse de sus padres y echo a correr tras el camión militar.

A las afueras del pueblo el camión se desvió por un camino y paro a una veintena de metros de la carretera, los soldados hicieron bajarse a sus ocupantes, los ataron con las manos atrás, los vendaron los ojos a la vez que les obligaron arrodillarse. Isaac llego justo en ese momento, se escondió detrás de unos matorrales para no ser visto, el camión dio la vuelta hacia la carretera abandonando en el lugar a los prisioneros y al vehículo con la ametralladora.

Isaac echo a correr hacia donde estaban sus padres, pero el ruido repetitivo de los disparos de la ametralladora hizo que quedase paralizado, nunca podre describir el dolor de Isaac y los sentimientos de dolor sufridos al ver esa escena, un niño de diez años que su mente rebosaba imaginación y fantasía.

Pasó el tiempo e Isaac dejo de ser ese niño imaginativo a la hora de jugar, los sueños de fantasías se le volvieron pesadillas, sin poder imaginar la magia, la fantasía al leer un libro. Vivió como un hijo más con la familia amiga de sus padres, siempre retirado de los juegos con sus amigos.

Hasta que un día, empezó a escuchar una voz que le salía de algún lugar de su cabeza…

-¿Isaac quieres ser mi amigo?- no había contestación por parte de Isaac, había perdido la imaginación y no podía saber de quién se trataba, así la voz se estuvo repitiendo durante unos días. La voz cambio de estrategia para obtener el caso de Isaac.

-Isaac, si no eres mi amigo, moriré- le dijo la voz.

-¿Porque vas a morir, si no soy tu amigo? No te entiendo- pareció que había dado resultado la nueva estrategia de la voz.

- Soy tu amigo imaginario, al que has tenido olvidado en tu mente, perdiste la imaginación y la fantasía tras lo ocurrido a tus padres, tus sueños necesitan de la fantasía así con ellas podrás recordar a tus padres de otra manera, piensa que a ellos les gustara donde estén, que tú seas feliz con tus fantasías y que hagas felices a los demás, no permitas jamás que muera tu fantasía, exprime tu imaginación con mi compañía cuando la necesites en la vida.

De su mal en una época de su infancia paso a ser un hombre feliz y haciendo felices a los que leían sus historias fantásticas. Y escribiendo siempre acompañado de su amigo imaginario.

 

 

14 - 7- 2013

 
Rafael Huertas

domingo, 30 de junio de 2013

MOTEL TERROR


LA HABITACIÓN   109

 

1ª PARTE

 

No sé cuánto tiempo estuve sin dormir en esa habitación (101), con todo el cuerpo dolorido pude acercarme a la puerta de la habitación al escuchar unas carcajadas estruendosas que venían de algún lugar del edificio, pude ver como por debajo de la puerta entraba un haz de luz y como la puerta se entreabría, sin perder un instante la abrí de par en par ¡Por fin estaba fuera de la habitación! Se había acabado la pesadilla.

En lo primero que pensé fue ir a buscar a mi amigo Jesús, me acerque a la habitación 113, mi sorpresa fue que la habitación estaba cerrada con cadenas de un lado a otro de la puerta y con escritos en color rojo, supuse que serian de sangre que ponían… CREE CREE CREE CREE CREE

Golpee la puerta varias veces a la vez que gritaba -¡JESUS  JESUS estas dentro!- No hubo respuesta alguna.

Por un momento pensé que me habría quedado dormido en la habitación y que me estaba empezando a pasar factura el haberme quedado dormido, pero si era una pesadilla era demasiado real para que fuera.

¿De quién serian las carcajadas? ¿Qué estaba pasando en aquel lugar? Tenía que encontrar a mi amigo Jesús, y quizás entre los dos podríamos encontrar las respuestas. Pude escuchar el tintineo de una campanilla, recordé que en recepción había una sobre el mostrador y me dirigí hacia allí, estaba todo igual que cuando llegamos, la campanilla estaba en su sitio ¿pero quien la había hecho sonar?... Al lado de la campanilla una llave, era de la habitación 109. Todo me parecía tan extraño, alguien había hecho sonar la campanilla cogí la llave de la habitación 109, nada mas coger el llavero de la habitación las luces empezaron a encenderse y apagarse, me dirigí de nuevo al pasillo, al llegar a la altura de la habitación 101 vi que la puerta estaba entreabierta, acelere el paso e intente no recordar lo ocurrido dentro.

El único sonido que se escuchaba era el de mi respiración y el producido por mis pasos, empecé a sentir unos pequeños temblores en mis pies a cada paso que daba por el pasillo dirección de la habitación 109, detrás de mi escuche como algo se resquebrajaba me gire para ver que podía ser.

 ¡Dios mío! Era el suelo del pasillo que se iba abriendo por la mitad, acelere mis pasos, el calor que desprendía la grieta desde su interior era insoportable, tenía que escapar de ese infierno porque no se le podía llamar de otra manera, el pasillo se hacía eterno la numeración de las habitaciones se repetían, el pasillo parecía no tener  final y la grieta cada vez se me acercaba mas, iba intentando abrir alguna habitación pero todas estaban cerradas, las fuerzas me empezaron a flaquear hice un último esfuerzo y conseguí  llegar a la 109.

Con los nervios a flor de piel, atine a introducir la llave en la cerradura y pude entrar en la habitación. Estaba agotado, me sentía aterrado por los acontecimientos que  estaban ocurriendo, demasiadas preguntas en mi mente y ninguna sin respuesta, era como estar viviendo en un mundo paralelo sin saber cómo salir del irreal ¿o quizás era real lo que estaba pasando? La decoración de la habitación la conformaban muebles de estilo barroco, muy cargados en tallas, tanto la cama como un sillón de madera con un gran respaldo, el baño tenía una bañera con pies y con grifería de estilo antiguo, me extraño que no hubiera televisor, unos grandes cortinajes tapaban la ventana que supuestamente daba al exterior, al pie de la cama un baúl también antiguo forrado en piel con sus esquinas rematadas con chapas esquineras, un armario del mismo estilo en acorde con el mobiliario y una lámpara de seis brazos de hierro forjado, deje mi mochila encima del baúl y me dispuse a tumbarme e intentar descansar y intentar poner en orden en mi cabeza todo lo acontecido, tenía mis pensamientos tan aturdidos que hubo instantes que pensé, que la locura se había aferrado a mí y que ya no sabía distinguir lo real de lo irreal .

Me senté en la cama recostado sobre la cabecera, y poco a poco empecé a sentir un frio gélido debajo de mí, no sé como paso pero en un abrir y cerrar de ojos me encontré en la misma posición pero sobre la losa de una tumba en un cementerio.

 - ¡No por favor! ¡No por favor! - Grite desesperadamente. Di un respingo y me levante como alma que lleva al diablo, mire la tumba y… -¡no!- En la lapida de la tumba esculpidas en negro las letras con mi nombre, mi fecha de nacimiento pero… faltaba la fecha de fallecimiento. -Esto es para volverse loco- me dije hacia mis adentros

Era de noche y la Luna intentaba tímidamente iluminar el lugar pasando sus rayos de luz a través de unos cipreses que custodiaban el campo santo, una baja y leve bruma de un color grisáceo se extendía por el suelo como una alfombra.

El silencio lo rompían unas aves nocturnas con su graznar y el sonido al resquebrajarse las hojas secas pisadas con mis cortas pisadas, me quede paralizado delante de mi… - No, no, esa no podía ser mi tumba- me dije.

De repente la losa de la tumba se empezó a deslizar a la vez que las aves, asustadas por el chirriar de la piedra se izaron revoloteando hacia el oscuro cielo…

Continuara…

LA HABITACIÓN  109
 
2ª PARTE
 
Una parte de mi me decía que esperara a ver que podría haber en el interior, la curiosidad intentaba ganar la partida al miedo, pero el chirriar de la losa de la tumba empezó a estar acompañado por el de otras, empezaron abrirse todas las del cementerio. Mis vista no daba crédito a lo que estaba ocurriendo, de la tumbas empezaron a salir los muertos con movimientos torpes y emitiendo alaridos y bramidos que hacía que mi piel se me erizada haciéndome sentir dolor, todos se empezaron a dirigir donde yo me encontraba, en la lucha entre mi curiosidad y mi miedo, gano el miedo y sin pensarlo todos mis sentidos se pusieron de acuerdo para poder huir de aquellos seres muertos, muertos vivientes o lo que fueran.
La única que parecía que intentaba ayudarme era la Luna, o me lo parecía a mí, su resplandor  hizo que la bruma se escondiera entre las tumbas abiertas, mientras yo Iba intentando sortear las tumbas a la vez que a mi paso, los muertos intentaban desde sus tumbas engancharme las piernas con sus manos huesudas, tropecé un par de veces con unas cruces caídas, pero pude incorporarme ileso y continuar mi huida. Corrí en todas direcciones intentando hallar la salida, el cementerio era pequeño no había entrada, no tenia por donde salir e imposible saltar la valla, tenía una altura enorme.
Vi que en una esquina había un panteón y me dirigí sin parar de correr hacia allí. La puerta de hierro ocupaba todo el frontal del panteón a sus laterales estaba como custodiado por dos esculturas de ángeles caídos con las  alas rotas y resquebrajadas imagino que por las inclemencias del tiempo, me quede fijo un instante viendo la cúpula y lo que más me llamo la atención fue que tenía una cruz, pero en posición invertida. No tenía tiempo para fijarme en más detalles de la pequeña arquitectura, ya que los muertos estaban a pocos metros de mí. Apoye mis dos manos sobre la puerta para abrirla, no fui capaz de moverla, a saber el tiempo que llevara cerrada, pensé, me di la vuelta para no perder la vista a los muertos que se pararon a escasos metros de la entrada, había mujeres, hombres, entre ellos pude ver a la mujer que estaba atada con los cables de espinos en la habitación 101, la mayoría con las ropas andrajosas y manchadas de sangre, algunos de ellos con algún miembro mutilado, sus rostros parecían estar castigados por el horror, pero lo que más me impacto fue ver a unos niños delante de todos ellos cogidos de las manos y con sus ropas mojadas.
Parecía que se habían calmado, sus alaridos habían parado al llegar a esa esquina del cementerio, quizás fuese por estar delante del panteón, no se cual sería la causa ni cuánto tiempo pasaría hasta que se abalanzasen hacia mí para… no quise ni pensarlo.
Pasado uno segundos, empezaron como a impacientarse y vi como en el cielo una nube solitaria se empezaba a interponer entre el reflejo de la Luna y el lugar, empecé a recular el medio metro que me separaba de la puerta a la vez que ellos daban pasos cortos acercándose hacia mí. Con la espalda apoyada sobre la puerta, note como la gran puerta cedía hacia adentro, por una pequeña abertura logre deslizarme hacia adentro cerrándola de un empujón y echando el cierre a ella a través de un cerrojo  oxidado.
La oscuridad era total dentro del panteón, rebusque en mis bolsillos para sacar el mechero, con la poca llama de él vi en una de las paredes una antorcha, conseguí encenderla después de varios intentos. El interior era más grande de lo que parecía desde afuera. No parecía que fuera un panteón familiar, la temperatura era fría, las paredes estaban desnudas tan solo dos antorchas cada una en las paredes de los laterales de la puerta de entrada, en el centro una piedra de mesa circular y detrás de ella pegado a la pared, un sarcófago de mármol blanco al igual que la mesa.
Me acerque con cierta prudencia a verlo más de cerca, en la mesa había una especie de pergamino enrollado y atado con un cordel negro, lo desate para ver  de qué se trataba, estire el pergamino y lo puse a favor de la luz para ver su contenido, estaba escrito en una especie de lengua antigua, podía ser latín <Polluistis in loco sacro mortis, numquam de> (Habéis profanado un lugar sagrado de la muerte, nunca saldréis de él)
El mensaje no era muy confortador que digamos, deje el pergamino encima la mesa. Estaba entre cuatro paredes, los muertos vivientes seguían afuera escuchaba sus alaridos, lo extraño es que no se acercasen a la puerta e intentasen abrirla, era como si este lugar les fuese prohibido para ellos.
No recordaba que Jesús y yo transitáramos cerca de ningún cementerio, tampoco que hubiera pueblos en los alrededores del Motel
 ¿Un cementerio sin entrada ni salida? Volvían a mi cabeza preguntas sin respuestas y si las había no entraban dentro de lo razonable
 ¿Quizás había llegado mi hora? Cada vez que recordaba esa tumba con mi nombre y que podía llegar a ser como  los seres que estaban fuera, me entraban sudores fríos que me helaban la sangre, si antes de  la visita de la muerte a nosotros hay que pasar por estos momentos de pesadillas irracionales, la verdad que es para tener terror a morirse.
Me acerque a la puerta parecía que no se escuchaba nada al otro lado de la puerta, tenía que abrir la puerta para ver si todavía estaban los muertos vivientes fuera, pasados unos minutos sin escuchar nada decidí abrirla, el chirrido del cerrojo al moverlo me hizo sentir daño en los oídos, creo que eran los nervios de no saber si seguirían esperándome, abrí la puerta lentamente intentando no romper el silencio, los latidos del corazón hacían que se abultase la camisa en cada latido ¡Gracias a dios! Solté un suspiro de alivio, al ver que me encontraba de espaladas dentro de la habitación 109, había sido todo una pesadilla gracias a dios… Pero al girarme ¡Dioss! Un hombre ahorcado de la lámpara de hierro y todavía con impulsos de vida sus pies daban patadas de desesperación, corrí a sujetarlo para intentar sujetar su peso. Alce la vista y vi como su cara sonriente me miraba como desafiante y por su boca salió una voz grave y con algo de eco como si no saliera del, y me dijo.
Todo el que entra en este lugar, esta profanando el lugar sagrado de la muerte, nadie que entra, saldrá de él. Este lugar está construido sobre un cementerio infernal de demonios y será vuestro próximo destino después de la vida
 
Rafael Huertas